A medida que leemos los libros, muchas veces solo devoramos páginas y pasamos por alto muchos detalles, pero no pensáis que lo más bonito es entender y representarse en el libro, reescribirse haciendo hincapié en las experiencias que cuenta el autor y mostrar el impacto que pueda haber tenido en nosotros?
Por eso, quiero hacer referencia al libro de PENNAC, MAL DE ESCUELA y compartir un fragmento del libro, que desde mi punto de vista, pienso que es una situación que me afecto y que me ayudo a afrontar mis problemas en ese momento. El fragmento se encuentra en la página 69 y es el siguiente:
"De esa desventura tantas veces repetida, conservo la convicción de que era preciso hablar con los alumnos en el único lenguaje de la materia que yo les enseñaba ¿Miedo a la gramática? Hagamos gramática. ¿Falta de apetito por la literatura? ¡Leamos! Pues, por muy extraño que pueda pareceros, oh alumnos nuestros, estáis amasados con las materias que os enseñamos. Sois la propia materia de todas nuestras materias."
Los padres son nuestros primeros maestros en la vida, nos guían, enseñan y nos van formando para nuestro futuro. Después, encontramos a los profesores de guardería, de la escuela, bachillerato y Universidad respectivamente.
Mi experiencia trata en el Bachillerato, concretamente en la asignatura de Filosofía. Mi profesor siempre decía que para poder afrontar nuestras flaquezas, nuestras debilidades y nuestras nuevas aventuras debemos de afrontar nuestros miedos y no abandonar hasta que no se pueda más. Para poder superar la asignatura debíamos de aprobar dos exámenes de Platón, Descartes, Aristóteles y Rousseau. Se trataba del primer y segundo día de clase y los alumnos, y me incluyo, no teníamos interés en la asignatura y el profesor se dio cuenta, entonces sobre el tercer día llego sin maleta, ni apuntes ni nada para dar clase, cosa que nos extraño y, acto seguido nos empezó a decir que cual era nuestra perspectiva de la Filosofía. Cuando me toco hablar, la verdad es que le contesté: No se nada de esta asignatura y voy muy pérdida y por eso me cuesta seguir el ritmo. A partir de mi contestación, abrió un ordenador y nos mostró una cita de SOCRATES: Sólo sé que no sé nada; en latin: scio me nihil scire o scio me nescire. Y nos planteó que cual era el significado de la frase. Todos desconcertados no supimos formularle una respuesta y conectar con el, hasta que pasado unos minutos nos dio el resultado de la frase y nos dijo que todos partimos de la TABULA RASA, pero que a medida que avanzamos en el conocimiento nos damos cuenta de que aprendemos siempre y que si no nos gustaba o no se nos daba bien una cosa, la teníamos que hacer, tal y como decía PENNAC en el fragmento.
Así que animo a todo el mundo a que nunca se rinda ni de por perdido nada, ya que desde el mínimo desinterés de una asignatura, en el caso de mi profesor, hizo que nos formulásemos el POR QUE de las cosas y abriésemos nuestra mente a nuevas perspectivas y eso es lo que deberíamos de hacer todos.
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